Un recorrido por el mundo tintinesco

 |
 |
 |
Moulinsart
En esta pequeña localidad de Europa Occidental (probablemente Valonia) se encuentra el famoso castillo donde residen nuestros héroes. Visiblemente inspirado en uno de los castillos del Loira, Cheverny, a Moulinsart, sin embargo, le han eliminado dos alas, sin duda para hacer un domicilio menos pretencioso. En cuanto al nombre del castillo y del pueblo, se trata del nombre de un pueblo belga invertido: Sart-Moulin.
Moulinsart parece ser un pueblo grande, bastante bien organizado, puesto que uno allí se topa con una estación de tren (Las siete bolas de cristal, p. 1), la carnicería Sanzot, la compañía de seguros Mondass, la lechería Lactas (El Asunto Tornasol, p. 1- 5-11) al igual que con un artesano de mármoles, Sr. Isidore Boullu, una orquesta local, la Banda de Moulinsart, un podador, Sr. Emile Vanneau, el cuartel de la policía, y el vertedero municipal (Las joyas de la Castafioree, p.1-5-13-29-58).
A partir de El secreto del Unicornio, casi la totalidad de las aventuras tienen lugar en parte en Moulinsart, que es de algún modo la residencia temporera de nuestros héroes. De hecho, Las joyas de la Castafiore se desarrolla completamente allí.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Calle del Labrador, núm. 26
Es en un apartamento situado en esa dirección donde Tintín residirá hasta el final de En el país del oro negro. Pero ¿en qué ciudad es? Si uno se deja llevar por los indicios dejados un poco en todas partes (placas de matrícula, uniformes, sellos, etc.), es en una ciudad grande de Bélgica. La última indicación nos vendrá con Tintín en el Tíbet: los caracteres chinos en la carta de Tchang se leen como sigue: "Hong-Kong, Tchang-Tchong Yen - para Monsieur Tintin - Bélgica, Bruselas"...
Su apartamento está amueblado, podría decirse, sobriamente: nos encontramos con algunos recuerdos de China, libros y un mobiliario aún más convencional... Parece que Tintín se ha mudado de piso entre El cangrejo de las pinzas de oro y La estrella misteriosa: en efecto, pasa del segundo al primer piso. ¿Por qué? Misterio... Parece que ha abandonado definitivamente este apartamento a cambio de Moulinsart durante los dos días que separan su regreso de Khemed y su partida para Sildavia (Objetivo: la luna, p. 2)...
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Sildavia
Sildavia, "reino del pelícano negro", es un pequeño estado de Europa oriental que no cuenta más que con 642,000 habitantes. El país está compuesto por dos grandes valles que se juntan en Klow, la capital (122,000 hab.). La topografía es bastante accidentada y la cordillera montañosa de las Zmylpathes, rica en yacimientos de uranio, ocupa una parte del territorio. El subsuelo es muy rico y los llanos muy fértiles, cosa que favorece el cultivo del trigo. La moneda del país es el khor. Las principales exportaciones son el agua mineral de Klow, la madera y los caballos. Los violinistas sildavos son también famosos. Finalmente, el territorio es servido por la compañía aérea Syldair.
Sildavia conoció una historia muy accidentada, puesto que estuvo bajo el dominio turco por más de dos siglos. Los eslavos reconquistaron el territorio en 1127 bajo el mando de Hveghi, quien había de convertirse en el rey Muskar I. Sus sucesores se fueron debilitando poco a poco y Borduria, país vecino, conquistó el país en 1195. En 1275 el barón Almazout expulsó a los ocupantes y se convirtió en rey, con el nombre de Ottokar I. Sin embargo no fue hasta el reinado de Ottokar IV cuando el país se desarrolló y fue unificado. A consecuencia de un altercado con un barón, el rey se defendió con su cetro. Desde ese día, para mantener su trono, el rey debe presentar su cetro a la multitud en ocasión de la fiesta nacional, de San Vladimiro. De ese acontecimiento se origina también la divisa del país: Eih bennek, eih blavek, osea: "El que se rasca es porque le pica".
En el Cetro de Ottokar Tintín interviene directamente en los asuntos del país. Tintín descubre un complot para robar el cetro y de esta forma destronar al rey y desestabilizar el país. Luego de esto los bordurios invadirían Sildavia. Afortunadamente, Tintín encuentra el cetro y frustra la jugada de los bordurios. Después de la guerra, en Objetivo: la luna, ricos yacimientos de uranio se descubren en las Zmylpathes. El gobierno sildavo decide entonces construir un centro de investigaciones atómicas con fines pacíficos. Es pues en Sildavia donde se dispara el primer cohete lunar, concebido por el profesor Tornasol. Sin embargo, el país no escapa al enfrentamiento de las superpotencias. En El Asunto Tornasol, Sildavia, aliada del oeste, y Borduria, convertida en dictadura comunista, libran una batalla inmisericorde para conseguir el arma de Tornasol.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Borduria
Borduria, otro país de Europa Oriental, ha sido siempre el enemigo eterno de Sildavia. Su capital es Szohôd. El país ocupó Sildavia de 1195 a 1275, pero fue expulsado por el barón Almazout. Desde entonces, numerosos conflictos han enfrentado a los dos países. En ocasión de El cetro de Ottokar, Borduria, de tendencia fascista, intenta apoderarse de su vecino destronando al rey, pero la intervención de Tintín lo evita. Después de la guerra el país se hace comunista, bajo el dictador Pleksy-Gladz, y libra una lucha encarnizada contra la Sildavia capitalista, en particular en ocasión de El Asunto Tornasol. El régimen de Szohôd proporcionará más tarde apoyo técnico al general Tapioca, hombre fuerte de San Teodoros, destituido por Alcázar en Tintín y los Pícaros.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
San Teodoros
San Teodoros es una república de América del Sur, en gran parte cubierta por la selva virgen y atravesada por el río Badurayal. En esta región volvemos a encontrarnos a los indios arumbayas y los bíbaros. La brillante civilización pazteca se desarrolló ahí durante la era precolombina, dejando numerosos vestigios, entre los cuales se encuentra la pirámide Trenxcoatl. En el siglo XIX el país fue liberado por el general Olivaro (1805-1899). La capital, que se llamaba originalmente Las Dopicos, cambiará de nombre por Tapiocápolis, luego Alcazarópolis.
El régimen político allí es de los más inestables, puesto que el general Tapioca y el general Alcázar, grandes rivales de la política de San Teodoros, se alternan constantemente a la cabeza del país, siguiendo el ritmo de las revoluciones. Tintín va allá por primera vez en La oreja rota, y se convierte en ayudante de campo del general Alcázar, que alcanza el poder. Es en esta ocasión cuando el país declara la guerra a su vecino, Nuevo Rico, por el control de la región petrolífera del Gran Chapo. Nos enteramos de que Alcázar ha sido destituido por Tapioca con ocasión de Las Siete bolas de cristal , pero éste se procura armas en Europa en Stock de Coque y toma de nuevo el poder. Otra vez es destituido y es el general Tapioca, apoyado por el régimen bordurio de Pleksy-Gladz, quien está en el poder en Tintín y los Pícaros. Apoyado por la International Banana Company, los guerrilleros de Alcázar recuperarán finalmente el poder y Tapioca será exiliado.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
El Khemed
Este emirato árabe parece estar situado en alguna parte de la península arábiga, en las orillas del Mar Rojo. La ciudad de residencia del emir es Hasch El Hemm, pero la capital y ciudad principal es Wadesdah. Su puerto principal parece ser Khemkhâh. Al igual que sus vecinos de la región, el Khemed es muy rico en petróleo. Incesantes luchas de poder ponen frente a frente al emir Ben Kalish Ezab y al jeque Bab El Ehr. En El país del oro negro, esas luchas políticas se mezclan con conflictos comerciales, puesto que cada compañía petrolera apoya a uno de los dos adversarios. Más tarde, en Stock de Coque, el Khemed es el teatro de un complot que reunirá Arabair, Bab El Ehr y el marqués de Gorgonzola, alias Rastapopoulos, los cuales después de expulsar al emir del poder, organizan un tráfico de esclavos.
|
|
|
Personajes de Tintín
Tintín
El personaje principal de la serie responde siempre a ese nombre, de cuyo origen nada sabemos: tal vez sea un apellido o tal vez no, pero lo que es seguro es que no se trata de un nombre de pila. Aparentemente Tintín carece de familia. Su edad es bastante difícil de determinar, porque ni es ya adolescente ni es todavía adulto. Se presenta como periodista, pero apenas se le ve ejercer su profesión (un solo caso: escribe un reportaje en Tintín en el país de los soviets).
Lo que moralmente lo define es su lucha incesante contra el mal. Asume la defensa de los más débiles, está permanentemente dispuesto a arriesgar su vida para salvar otras y le encontramos siempre presto a perdonar. ¿No se le da acaso el sobrenombre de "Corazón puro" en el Tíbet? Es insobornable y extremadamente fiel a sus amigos. No es desde luego un pusilánime, de esos que se dejan dominar por las circunstancias, pero su valentía no está reñida con la prudencia: prefiere analizar la situación antes de actuar.
Tintín es inteligente e imaginativo en extremo. Parece tener una cierta facilidad para los idiomas y lee mucho. ¿Tendrá respuesta para todo? Posee un poder de deducción y una astucia poco comunes. Más aún: se encuentra a sus anchas dentro de cualquier disfraz y con él sabe mostrarse de lo más convincente. Sabe también conducir automóviles, motocicletas, locomotoras y tanques, al igual que montar a caballo, manejar el timón o pilotar aviones. Aunque sea de apariencia algo enclenque, Tintín demuestra estar en plena forma y poseer una considerable fuerza física. En el cuerpo a cuerpo saldrá siempre vencedor. Conoce la lucha a puntapiés, es un muy buen nadador y un tirador excelente, y hemos podido verle practicando la gimnasia y, más tarde, el yoga.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Milú
Desde el principio, Milú es el fiel compañero de Tintín y le sigue a todas partes. Aunque sea un perro, tiene un carácter llamativamente humano. Es más bien jactancioso, bastante susceptible, supersticioso y muy sensible. A medida que avanzan sus aventuras se va mostrando cada vez más casero. También posee Milú una aceptable cultura general y encuentra siempre la adecuada réplica a su amo. Pero sobre todo es un perro, con la intuición despierta y el agudo olfato propios de su especie. Presiente a menudo las situaciones peligrosas en las que su amo va a verse envuelto y, felizmente, está siempre ahí para acudir al rescate.
A Milú le gustan los huesos, como a todos los perros. Sin embargo, en él esta afición llega hasta la gula, lo que le planteará a veces complicados dilemas. Es igualmente goloso de toda clase de carnes y embutidos, particularmente de pollo. El otro vicio de Milú es su gusto por... el alcohol, en particular el whisky "Loch Lomond". Y no es que desdeñe el ron o el champán...
Milú rehuye establecer relaciones, generalmente difíciles cuando se da el caso, con otros seres humanos. A menudo los adversarios de Tintín intentarán eliminarlo. Con los niños es distinto, y con ellos estrecha lazos de mayor simpatía. Sus contactos con otros animales son igualmente complicados. Atacado continuamente por boas, búfalos, cabras, cóndores, cangrejos, cocodrilos, gimnotos, erizos, vacas, loros y otras bestias feroces, Milú parece muy alejado de sus irracionales congéneres. Y por si fuera poco, tiene fobia a las arañas... En Moulinsart mantendrá relaciones en principio tensas con el gato, para finalmente convertirse en su compañero inseparable.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
El capitán Haddock
Archibald Haddock, veterano capitán de la marina mercante, hace su aparición en El cangrejo de las pinzas de oro. Después de haber navegado durante más de veinte años con su amigo el capitán Chester, le descubrimos, ya de edad madura, al mando del Karaboudjan, donde su afición a la bebida le ha dejado a merced de Allan, el contramaestre. Es Tintín quien le saca del abismo en el que ha caído: los dos amigos no se separarán ya nunca. El único dato familiar que de él se tiene es que desciende del caballero Francisco de Hadoque, capitán de un buque de la marina real en tiempos de Luis XIV.
Haddock posee un carácter cuando menos expresivo. Es un impulsivo que se deja llevar por el entusiasmo... o por el desaliento. Es muy colérico, pero sus arrebatos son tan espectaculares como breves. A pesar de su áspero carácter, es un hombre muy sensible. Da pruebas de una profunda amistad hacia Tintín, por quien no dudaría en sacrificar su vida, y está muy unido a Tornasol.
El gran vicio de Haddock es indudablemente el alcohol. Por su causa, al principio el capitán no es más que un desecho humano. Desde que entra en contacto con Tintín el problema irá disminuyendo, para convertirse, por así decirlo, en una propensión. Seguirá con su afición al whisky, sobre todo al "Loch Lomond". Haddock es también un gran consumidor de tabaco y se le ve muy a menudo con la pipa en la boca. Durante toda la serie se pasará la mayor parte del tiempo vestido de marino, con un pantalón negro, un jersey azul con un ancla en el pecho y su gorra de capitán.
Salvo en el terreno musical, en el que Haddock se desenvuelve pasablemente bien, no parece poseer una cultura muy amplia. En abierto contraste con esa carencia, resulta verdaderamente impresionante su arsenal de insultos, extraídos de todos los dominios del conocimiento humano. Es sin duda el rasgo que más le caracteriza. Más allá de los "mil rayos" y derivados, pueden enumerarse más de dos centenares, sin contar los "banda de...", "colección de...", "especie de...", "pandilla de..." y "pedazo de...":
Acaparador, alborotador, alcornoque, ametrallador con babero, anacoluto, analfabeto, analfabeto diplomado, anfitrión, animal, antipático, antracita, antropófago, antropopiteco, apache, aprendiz de dictador a la nuez de coco, archipámpano, arlequín, arrapiezo, asno, Atila de guardarropía, atontao, atropellador, autócrata, avasallador, azteca, bachi-buzuk, bachi-buzuk de los Cárpatos, basura*, bandido, bárbaro, bastardo, bebe-sin-sed, beduino, beduino interplanetario, bergante, berzotas, bestia, bibéndum, bicharraco, bicho con plumas, borrachín, borracho, borrico, bribón, brontosaurio escapado de la prehistoria, bruto, bruto sombrío, bulldozer a reacción, burgués, cabeza de mula, cafre, calabacín, calabacín diplomado, canaca, canalla, caníbal, cantamañanas, carcamal, carne de horca, catacresis, cataplasma, ceporro, cercopiteco, chafalotodo, chalao, charlatán, chuc-chuc, chupatintas, cianuro, ciclón ambulante, ciclotrón, cobarde, cochino, coleóptero, cólera, coloquíntido, coloquinto, coloquinto de grasa de antracita, condenado, corderito*, cordero mal peinado, corsario, cotorra charlatana, cow-boy del volante, cretino, cretino de los Alpes, cretino de los Balcanes, criminal, cromagnon, cucaracha, Cyrano de cuatro patas, desalmado, descamisado, desgraciado, desharrapado, dinamitero, diplodocus, doríforo, ectoplasma, egoísta, embustero, emplasto, endemoniado bazar de..., energúmeno, equilibrista, esclavista, escorpión, espantajo, espantapájaros, esperpento gigante, esquizofrénico, estropajo, estúpido, extracto de hidrocarburo, fanfarrón, fantasma, Fátima de baratillo, fenómeno de truenos y relámpagos, filibustero, filoxera, flebotoma, forzudo, galápago*, gamberro, ganapán, gángster, giróscopo, gitano*, gordinflón, gran fariseo, granuja, grotesco polichinela, grumetillo, grumetillo del diablo, gusano, herético, hidrocarburo, holgazán, iconoclasta, idiota, imbécil, inca de carnaval, indio, individualista, infame, infeliz, insecto, invertebrado, Judas, jugo de regaliz, krrtchmvrtz, ku-klux-klan, ladrón, ladrón de niños, lechuguino, lepidóptero, lobo come-niños, loco, logaritmo, lorito*, loro feo, macaco, macrocéfalo, majadero, mala peste, mala semilla, mamarracho, mameluco, marinero de agua dulce, marmota, mataperros, matón, medio loco, megaciclo, megalómano, mejillón relleno, mequetrefe, mentiroso de órdago, mercader de alfombras, mercado negro, mercantilista, merengue, merino, merluzo, miedoso*, miserable, mocoso, momia, monigote, mono*, morucho, moscardón, mrkrpxzkrmtfrz, mujik, Mussolini de carnaval, naufragador, negrero, nictálope, niña pantera, nuez de coco, oficleido, oricterópodo, ornitorrinco, oso mal peinado, ostrogodo, pacta-con-todos, paleto, palurdo, palurdo de los Cárpatos, paniaguado, papanatas, papú, papú de mil diablos, paranoico, parásito, patagón, patata, payaso, pchkraaprut, piel roja, pies descalzos, pirata, pirata de carnaval, pirata del cielo, pirómano, polígrafo, porquería de aparato tragaperras, proyectil teledirigido, ratón, rapaz, renegado, reptil, residuo de ectoplasma, ridículo, rizópodo, rocambole, sajú, saltimbanqui, salvaje, sapo, sátrapa, sietemesino con salsa tártara, sinvergüenza, tecnócrata, terrorista, tonto de capirote, torturador, tozudo, traficante en carne humana, traidor, tramposo, troglodita, trrkhkraah, vampiro, vándalo, vegetariano, vendedor de alfombras, vendedor de guano, víbora, visigodo, viviseccionista, zapoteca, zapoteca de truenos y rayos, zopenco, zuavo, zulú.
* Sólo en boca del caballero de Hadoque.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Silvestre Tornasol
El profesor Tornasol hace su entrada en El tesoro de Rackham el Rojo. Es un sabio distraído y más bien "duro de oído" cuya sordera es, precisamente, el primero de los rasgos de su personalidad que nos sale al paso. La mayor parte de las veces no entiende más que el final de cada frase, lo que provoca algún que otro malentendido. Tiene tendencia a negar este problema, y es más bien susceptible al respecto. Evidentemente, las comunicaciones con su entorno no son siempre fáciles, y por eso sorprende la actitud que demuestra hacia los personajes femeninos. Consigue encontrarles algún encanto a todas, en particular a Peggy Alcázar, a la que no se puede calificar precisamente de sex-symbol... Tornasol es un personaje bastante imprevisible que pese a su aire tranquilo puede explotar en temibles estallidos de cólera. Pero por lo común es modesto y reservado, expresa bastante poco sus sentimientos y se conocen pocas cosas de él. Raramente interviene de forma activa; más bien suele ser víctima de las circunstancias.
Presentado al principio como una figura bastante extravagante, va poco a poco revelándose como un sabio muy polivalente que domina la ingeniería, la física, la química, la electrónica y la horticultura. Sorprendentemente se entrega también a la radiestesia, no separándose jamás de su querido péndulo. Se sabe que de joven practicó varios deportes, tales como el tenis y la lucha a puntapiés.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Hernández y Fernández
Aunque los dos detectives parezcan gemelos, la ortografía de sus nombres revela que no lo son. Pero tan semejantes son en todo que el único detalle que permite distinguirlos es la forma de los bigotes. El de Fernández tiene las puntas dobladas y el de Hernández rectas. Miembros de la policía secreta, después de la policía judicial, ambos llevan a cabo investigaciones más o menos discretas y eficaces.
Hernández y Fernández no son precisamente, por decirlo de una manera suave, unas lumbreras. Llevan su particular sentido de la discreción hasta el extremo de vestirse con el traje típico del país para así "mezclarse con la multitud" y pasar inadvertidos, lo que evidentemente nunca logran. Acumulan también un número impresionante de batacazos, resbalones y accidentes. En el colmo de la estupidez, llegarán a seguir sus propias huellas en el desierto. El caos absoluto en el que se mueven se refleja también en su lenguaje. Especialistas en pleonasmos y en todo tipo de equívocos, cuentan en su haber con los "yo aún diría más", "en mosca cerrada no entran bocas" o el sabroso "esa es mi opinión, y yo la comparto".
|
|
|
 |
Algunos conocidos...
 |
 |
 |
El general Alcázar
El destino de este personaje quedará, a todo lo largo de los álbumes, íntimamente ligado al de su país, San Teodoros. El general Alcázar cuenta en su haber con cinco golpes de Estado, pero cada vez que accede al poder es expulsado por su adversario, el general Tapioca. Conoce a Tintín en La oreja rota y lo nombra ayudante de campo. Después de una separación más bien brutal, ambos personajes protagonizan un caluroso reencuentro en Las 7 bolas de cristal, donde Alcázar se ha convertido en lanzador de puñales. Poco después vuelven a coincidir en Stock de coque. Finalmente, en Tintín y los "pícaros", el general recibirá la ayuda de Tintín para ocupar de nuevo el poder.
Alcázar es un gran fumador de cigarros. También le gusta jugar al ajedrez. Es un hombre con pocos escrúpulos, puesto que no duda en dedicarse al tráfico de aviones de combate o en declarar la guerra por intereses puramente económicos. De temperamento más bien colérico, la única persona ante la que tiembla es... su esposa Peggy.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Mohammed Ben Kalish Ezab
Emir del Khemed, Ben Kalish Ezab sufrirá como el general Alcázar los vaivenes del poder. Tintín lo conoce durante su primer viaje al Khemed, en el Oro negro. En aquella ocasión salva a su hijo Abdallah, un pillastre de la peor calaña, de las intrigas del Dr. Müller y de Bab El Ehr, enemigo del emir. Este último llega a ocupar el poder en Stock de coque, y Ben Kalish Ezab debe refugiarse en la clandestinidad. Poco después logrará recuperar su trono.
El emir Ben Kalish Ezab no tiene piedad con sus enemigos, a los que suele empalar sin contemplaciones. Ciertos principios occidentales, como el respeto a los derechos humanos, le incomodan bastante, y por eso es incapaz de comprender a veces los gestos de Tintín. Sólo ante su hijo Abdallah revela lo dulce que puede llegar a ser su carácter, pero a condición, eso sí, de no ser víctima directa de sus bromas y añagazas.
|
|
|
 |
Los "malos" ...
 |
 |
 |
Roberto Rastapopoulos
Este millonario poco recomendable es el gran enemigo de Tintín. Éste lo encuentra por vez primera en Los cigarros del faraón, a bordo del Epomeo al comienzo del episodio y después en el desierto, donde rueda una película como director de la productora "Cosmos Pictures". En El loto azul, Tintín descubre que Rastapopoulos es en realidad el jefe de la banda de traficantes de opio contra la que lucha. El siniestro personaje resurge en Stock de coque, en el Khemed, donde, bajo el seudónimo de "Marqués de Gorgonzola", se dedica al tráfico de esclavos. Se esfumará entonces haciendo creer que ha sido devorado por los tiburones. Su última confrontación con Tintín tiene lugar en Vuelo 714 para Sidney, mientras intenta quedarse con la fortuna de Carreidas. Desaparecerá definitivamente a bordo de... un platillo volante.
Parece que a Rastapopoulos le haya compensado económicamente dedicarse al crimen, porque posee una fortuna colosal. Lo que no tiene en absoluto son escrúpulos, y no duda en montar las mayores intrigas para satisfacer sus más bajos instintos. Sabe rodearse de cómplices juiciosamente escogidos, Allan Thompson entre otros. A pesar de toda su petulancia, se mostrará a fin de cuentas más como un ridículo "cowboy de lujo" que como el gran genio del mal que cree ser.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
Allan Thompson
Allan se cruza muy pronto en el camino de Tintín, en Los cigarros del faraón. Por entonces, como cómplice de Rastapopoulos, se dedica a operaciones de contrabando en el Mar Rojo. Tintín vuelve a tropezarse con él en El cangrejo de las pinzas de oro. Allan es contramaestre en el Karaboudjan, buque en el que impone su voluntad sobre la del capitán Haddock a base de grandes dosis de whisky. Tintín libera a Haddock y, en Marruecos, logra la detención de Allan y su banda de traficantes de opio. Allan vuelve a ser cómplice de Rastapopoulos en Stock de coque, donde lo encontramos al mando del Ramona, un barco negrero. Su aparición final, como brazo derecho de Rastapopoulos, se produce en Vuelo 714 para Sidney. Exactamente igual que su jefe, será abducido Dios sabe adónde.
|
|
|
 |
 |
 |
 |
El doctor J.W. Müller
El doctor Müller es, con Rastapopoulos, el otro gran adversario de Tintín, a quien se enfrenta por primera vez en La isla negra. Sus actividades profesionales como médico y director de un asilo le sirven de tapadera bajo la que ocultar su condición de jefe de una banda internacional de falsificadores de moneda que Tintín acabará por desmantelar. El doctor se instalará luego en el Khemed. Tintín lo encuentra allí en el Oro negro, defendiendo los intereses de la compañía petrolera Skoil. Müller rapta a Abdallah, hijo del emir Ben Kalish Ezab, para presionar a su padre. Tintín interviene y lo libera, descubriendo también que Müller era el responsable de la manipulación de la gasolina. Hace luego una breve aparición en Stock de coque, donde ocupa el puesto de general en el ejército de Bab El Ehr, sin duda en recompensa por los servicios prestados... A pesar de sus órdenes, los ataques del ejército contra Tintín fracasan de forma bastante lamentable. Su aspecto físico cambia un tanto a lo largo de sus sucesivas apariciones: una vez en el Khemed deja crecer abundantemente la corta barba de sus comienzos.
|
|
|
 |
|
|